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CRÍTICAS

Julieta Messer (SPECTAVI - Licenciada en Artes)

http://spectavi.wordpress.com/2014/11/24/flores-suspiran-mujeres/

 

A la altura de los textos de una Marosa Di Giorgio, Alejandra Pizarnik o Clarice Lispector, la autora y directora logra ilustrar con un elenco de sólidos actores (Juan Pablo Carrasco, Florencia de Maio, Rocío García Márquez, Luciana Murdocca, Lorena Rabassa, Fernanda Sancineto Sayus y María Eugenia Sinde) las idas y venidas de estos personajes presos de sus propias fantasías. Adicionalmente Arteman cuenta en su artillería dramática con música en vivo ejecutada por excelsos músicos (Marcelo Tulejko Ubal, Rubén Tulejko Ubal) que brillan hacia el final de la puesta en escena dotados de voces supremas y que también intervienen como parte de los personajes a lo largo de la obra. Las referencias a la literatura y su importancia en pos de la imaginación abundan en la pieza, sin ir más lejos uno de los personajes lleva un libro durante toda la obra intentando terminar aquella historia que queda inconclusa y reflexionando acerca del poder de la literatura como elemento clave en el desarrollo imaginativo. Original abordaje es el que planteó Arteman para hablar de temas oscuros y complejos en donde el maltrato hacia la mujer constituye uno de los tópicos claves. A modo existencialista la obra logra ser un disparador artístico de principio a fin.

 

Charly Borja (Creativos Sin Cabeza - Crítico Teatral)

http://www.creativossincabeza.com.ar/artesyespectaculos/flores-suspiran-mujeres-natalia-arteman.html

 

Interesante historia escrita y muy bien dirigida por Natalia Arteman, los personajes están bien delineados, los climas teatrales están perfectamente marcados por las sugestivas pinturas creadas por una fina iluminación con colores fuertes de rojo que indican pasión goce y sufrimiento y los contrastes entre luces y sombras que son una fiesta visual.

Las actuaciones son muy buenas las actrices ponen su histrionismo escénico en función de la intensidad y densidad dramática en la se va transformando la obra con el correr de los minutos. La intervención de Rubén Tulejko Ubal y Marcelo Daniel Tulejko Ubal, entre las sombras entrando y saliendo de escena, interpretando en vivo una banda de sonido con un cante final exquisito lleno de sugestión son uno de los cuatro puntales importantes de "Flores suspiran mujeres".

 

Los otros tres intems de relevancia en lo artístico son la excelente y muy plástica iluminación de Luciana Murdocca y Natalia Arteman, el refinado y cuidado vestuario y por último la funcional escenografía que encierra a las protagonistas en una especie de bombonera transparente en donde gozan y sufren la pasión de sus vidas.


“Flores Suspiran Mujeres”, una obra para el goce de los sentidos, visualmente y auditivamente, el fuego contenido en estas mujeres al estallar en su climax dramático enseguida se transmite al público logrando que éste salga del teatro muy conforme por el arte que les brindaron los artistas en esta recomendable obra.

Ximena Escalante (Crítica Teatral Independiente)
http://forodebaires.com.ar/?p=14556

 

Un sillón, una mesa ratona, una ventana para mirar al exterior y fundamentalmente, un libro. En el interior de ese espacio: flores que suspiran. Mujeres que suspiran ser mujeres. Mujeres que suspiran ser flores.

Flores suspiran mujeres es el relato que leen, piensan, imaginan y sufren las hermanas Amelia, Ana y Laurita. La típica historia de la inocente muchacha de campo, en este caso, Rosa, que va a la ciudad y se encuentra con otra vida: una tía –Margarita- y su empleada doméstica –Caléndula-. Esta tía, que busca todos los medios para lograr un ascenso económico y movilidad social, contrata a su sobrina para que trabaje como empleada de su sedería (y tal vez pagarle menos que a otra joven de la ciudad) y quiere a toda costa “engancharla” con un familiar adinerado. Ana, la hermana idealista encuentra en la lectura una salida, una catarsis temporal donde ahogar las penas de una familia signada por la desgracia: una madre que no está, pero dejó secuelas. Incluso gravemente enferma, se prostituye y sus hijas se acostumbran a los desfiles de hombres que transitan el hogar  –que en el sillón familiar encuentran la sala de espera– y a escuchar los sonidos del placer –o la transacción, como se quiera leer–. Y el posterior  trauma de Laurita, que al ver el cadáver de su madre siendo una niña, queda sin habla.

En una línea muy similar a la dramaturgia de Hanamachi. Casi un policial japonés, Natalia Arteman - que aquí también se desempeña como directora -, articula ciertas constantes: nombres de personajes femeninos relacionados a la naturaleza (Flores y Sauce en el caso de Hanamachi…) y la prostitución. El rol de la mujer en ese vaivén que se debate entre lo femenino y la sexualidad (entendida como negocio), la dulzura y la más cruda realidad, la violencia y el dolor. Podríamos señalar que esta dicotomía se materializa en las tiras de encaje que funcionan a modo de cortina. El encaje como acreedor de femeneidad pero igualmente seductor, permite que la luz penetre delicadamente al mismo tiempo que oculta y erotiza. En cierto punto, la obra nos presenta una cara de lo femenino asociado a lo virginal, especialmente en Rosa y Laurita, mujercitas suaves y delicadas, con sus primeros pretendientes revoloteando. En el caso de la última, es sobreprotegida por sus hermanas por ser la menor y la más débil, y ese exceso termina perjudicándola.

También en la idea de una familia que ahora es lejana, ya sea en el presente de enunciación como en el pasado, donde los recuerdos dejan entrever que nunca existió. Por eso deben mantenerse las tres unidas y Amelia se pone a cargo de la familia. Tal vez en este personaje sean más palpables la violencia y la sexualidad, aún de forma latente. Asume la prostitución de su madre, ataca el ideal creado por el melodrama con una pareja feliz que come perdices (del que sí disfrutan sus hermanas). Sin embargo, más tarde la misma Amelia caerá en las redes de la intriga del relato, en la necesidad y el deseo de indagar más en la historia, pero no puede conocerlo por sí sola ya que no sabe leer, es decir, su poder y capacidad son relativos, necesita de sus hermanas. Por otro lado, es ella quién recapacita y reflexiona sobre el suspiro de la flor, el destino y la muerte. ¿Cuándo morimos? ¿Cuando dejamos esta existencia o cuando el dolor se imbrica tan profundamente que sentimos que no hay escapatoria?

Finalmente, otro punto entre ambas obras es un final sumamente reflexivo, por un lado tematizándolo: cómo se construye un final, qué actores intervienen, quién tiene la última palabra (si es que alguien la tiene) y por qué. Por el otro, cambia los roles en la relación triadica, aún bajo la premisa que todas ellas son flores que suspiran por algún tipo de realización. En la misma flor se hace presente cierta ambigüedad ya que puede estar en el ambiente más alegre y festivo como también coronando la pérdida terrena. O es que no debemos plantear ninguna ambigüedad, sino ver en ella la condensación de la misma vida y todas las etapas que acarrea –y no por ello, meras adversidades-

Observación para el espectador: tal vez en primera instancia, sorprenda cuán estrecho es el espacio escénico frente a la cantidad de intérpretes y músicos en escena, pero las entradas y salidas se complementan dinámicamente al tiempo que van tejiendo los hilos de la trama. Magnífico trabajo actoral y musical a cargo de Natalia Arteman y su equipo.     

Guido Facile (La Letra Tal Vez - Crítico de Espectáculos)
http://laletratalvez.blogspot.com.ar/2014/10/critica-teatral-de-la-obra-flores.html
 
Las hermanas se gritan la novela, suspiran con la fantasía, se pelean por ella…Las tres miran por la ventana de su casa y esperan a esos jóvenes anónimos.

 

El destino, escrito en la sombra de su hogar, lleva a un callejón sin salida. Pero Ana María…pero Amelia…pero Laura…en fin, el amor tiembla, el amor llora, el amor vive.

 

Flores Suspiran Mujeres es la ópera prima de Natalia Arteman, quien despliega junto al elenco una obra de increíble dinamismo. Los planos simultáneos, el espacio y la fantasía son articulados de una forma impactante, generando una profunda emoción en el espectador. A su vez, la obra dispone de música en vivo, que evoca fielmente los matices de la historia y permite que despida llamas.

 
Ernesto Sigaud (ETI - Licenciado en Teatro)
https://www.facebook.com/eti.espaciodeteatroenituzaingo?fref=ts
 
Tres hermanas… un pasado doloroso…
Un libro… otra historia de tres mujeres, la que se vuelve presente intentando sublimar ese pasado…
¿Es más doloroso ser hija de prostituta o de campesinos pobres envuelta en un melodrama con un final imposible?
Hombres… necesarios para construir la historia.
Excelente dramaturgia, acompañada por una exquisita puesta en escena de Natalia Arteman.
Cuando el cuerpo esta presente en el escenario, las palabras están de más, las actrices: Maru Sinde, Florencia de Maio, Rocío García Márquez, Luciana Murdocca, Fernanda Sancineto, Lorena Rabassa y Juan Pablo Carrasco lograron “entre-tener” con sólida interpretación.
El clima expresivo generado por los músicos, Rubén y Marcelo Tulejko, fue el complemento necesario para terminar de atrapar al público.
Con la canción final en la voz de Marcelo Tulejko “Flores Suspiran Mujeres”, terminó de atrapar a la platea. Fue un placer compartir con Ustedes esta función en una noche lluviosa.
Me permito escribir estas líneas sobre lo percibido… y por supuesto RECOMENDAR el espectáculo.

 

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